Periplo en Menorca (2/3)

Vamos con la segunda parte. Recordaréis que lo dejamos en el segundo viaje a Menorca, con vistas a celebrar la vista (valga la redundancia) del que prometía ser un Juicio muy, muy largo.

Llegamos a la isla con un día de antelación, con tiempo suficiente para reunirnos con algunos testigos, lo que hicimos en el restaurante del hotel donde nos alojábamos. Recuerdo que a pesar de que ya tenía más que preparado el guión de preguntas, hicimos una reunión conjunta clientes y testigos, en plan "brainstorming" por si salían nuevas ideas, que salieron. Después de unas dos horas de reunión me subí a mi habitación, me cambié y me dispuse a dirigirme al "hall" para ir a cenar.

Fuimos a un restaurante mejicano, lo sé, muy adecuado para la noche antes de un juicio pero el cliente insistió en que era de los mejores restaurantes de Mahón. Opté por ser cauto y pedirme algo "suave", por si acaso mis tripas decidían darme la lata a la mañana siguiente. Después de una agradable charla y repasando, como no, el juicio que teníamos al día siguiente, decidí coger el camino de vuelta al Hotel y dejar a los clientes con el perito tomando vino (mi responsabilidad venció a la tentación, por una vez).

Un último repaso a las preguntas y conclusiones antes de acostarme, portátil en mano, para quedarme dormido en lo que tardaba en poner la alarma del móvil.

Suena la alarma, serían las 7 de la mañana, y sonaba el tono del tema principal de la serie "Dexter" (despertar motivador como pocos, emulando a mi psicópata favorito), me pego una buena ducha y bajo a desayunar, para al cabo de unos minutos estar ya de camino al Juzgado, maletín y toga en una mano, y el paquete de tabaco en la otra. Nada más llegar al susodicho no tardé en comprobar que la tensión en el ambiente podía cortarse con un cuchillo, debería estar prohibido que las partes se vieran obligadas a compartir espacio tanto tiempo antes de entrar en sala, más valía que la auxiliar no tardara mucho en gritar nuestros nombres o iba a acabar peor que la boda de "Kill Bill".

Resumiendo, aquello prometía, parecía el final de temporada de una serie americana...

(continuará)