Tenis en el Tribunal Supremo

Buenas!!! aquellos que me leáis seguramente ya dábais este blog por muerto, pero después de varios meses repitiéndome en mi cabeza que tenía que retomarlo, por fin me he decidido.

Ya van dos años desde mi última publicación, con lo que he vivido un buen puñado de anécdotas profesionales durante todo este tiempo, pero creo que merece la pena empezar por la que considero mi experiencia más enriquecedora y a la vez, más frustrante.

Voy a hablaros de una Vista que hice hace poco en el Tribunal Supremo (sí, existen, no son los padres). Después de varios recursos de casación que han pasado por nuestras manos en el despacho finalmente dos de ellos fueron admitidos contra todo pronóstico, ya que la regla general que se venía siempre repitiendo hasta ese momento era que no pasaran el filtro de la admisión.

Pues bien, admitieron a trámite dos recursos, en uno de ellos yo era recurrente y en el otro recurrido. En el primero no señalaron Vista, pero en el segundo sí, así que nos centraremos en éste por ser además el más interesante.

Os sitúo en antecedentes, se trataba de un asunto inmobiliario en el que habíamos ganado en primera y en segunda instancia, por lo que era de esperar que ganáramos también en casación, ¿no?, craso error.

Seré sincero, el alto Tribunal impone, y MUCHO, la decoración es exquisita, el patio central, los pasillos, y por supuesto las salas de Vistas, son obras de arte en sí mismas. Los magistrados muy correctos y educados, el ponente sentado en el centro y más elevado que el resto. Empieza la Vista, el compañero expuso sus conclusiones (se me hicieron eternas, supongo que por los nervios) y después llegó mi turno. La verdad es que lo llevaba muy bien preparado, ya que había estado horas ensayándolas, así que no estuve mal, o al menos eso creo (por si acaso no veré la grabación, para no cambiar de opinión).

Cuando acabé el ponente dijo su frase "Visto para Sentencia", y nos fuimos, no sin antes hacerles un poco la pelota a los magistrados diciéndoles que "había sido un honor" asistir a la Vista, lo que dibujó una sonrisa en sus caras. Iluso de mí, pensaba que el asunto estaba ganado...

Pues bien, a los 3 meses llegó la Sentencia, y nos os voy a mentir, en el despacho todos esperábamos que fuera a favor nuestra al igual que las dos primeras instancias, pero no fue así, ya que se estimó íntegramente el Recurso, quedando revocadas las dos Sentencias anteriores...

Frustrante, ¿verdad? pues sí y mucho, pero así es este trabajo, puedes haberte currado un asunto desde el principio y que dos Jueces distintos te den la razón, pero al final la palabra que vale es la última, y parece que todo lo hecho hasta ahora no ha servido de nada, que seguramente eso será lo que piense el cliente. Pero con todo, la experiencia fue muy enriquecedora y a la vez, toda una bofetada de realidad.

En mi opinión, este tipo de situaciones deberían ser como el tenis, al mejor de 3, si has ganado en dos instancias has ganado el caso, no debería contar la ultima, ¿no creéis?.