jueves, 5 de octubre de 2017

Cuando la Justicia debe ser valiente

Hoy escribo estas palabras con cierta desesperanza. Esta mañana se ha celebrado un Juicio de desahucio en el que defendía a una familia que tenía arrendada una vivienda a la filial inmobiliaria de uno de los bancos más importantes del territorio nacional, que precisamente hoy es noticia por otra circunstancia que no viene al caso.

Esta familia adquirió la vivienda en 2007, en pleno boom inmobiliario, y tras llegar la crisis arrasando cual elefante en cacharrería, se vieron obligados a darla en pago al banco. Éste accedió a arrendarles la vivienda a precio de mercado, sin embargo poco después su situación económica fue a peor y, ante la imposibilidad de afrontar el pago de la renta, solicitaron al banco que se les concediera el régimen de alquiler social, rebajando la cuota mensual a casi la mitad.


La persona que atiende su solicitud desde el departamento correspondiente les manifiesta, primero verbalmente y después por correo electrónico, que su solicitud había sido aprobada y así se sucedieron los meses pagando la renta en la cuantía reducida.

Cuatro años después, reciben una demanda de desahucio instada por el banco en la que reclaman las rentas al importe original, obviando el alquiler social que los inquilinos creían tener concedido.

Pues bien, esta mañana se ha celebrado el Juicio, y ha comparecido como testigo la persona que les gestionó la solicitud del alquiler social. Cuál ha sido nuestra sorpresa cuando ha negado haber manifestado a mis clientes que se les había concedido el alquiler, incurriendo en numerosas contradicciones y evasivas cuando le pedía que explicara el contenido de los correos electrónicos que se les iba exhibiendo y de los que se desprende todo lo contrario. Aunque considere reprobable la actitud de la testigo, entiendo que no quiera morder la mano que le da de comer...

Tras mi indignado alegato en conclusiones, han quedado los autos conclusos para Sentencia.

La verdad es que no sé que pensar, por cómo se ha ido desarrollando el Juicio y por el alegato del compañero contrario, mucho me temo que el Juez no vaya a complicarse la vida y se limite a aplicar la Ley, en el sentido de que si no consta ningún documento escrito que acredite la concesión del alquiler social, que a estas alturas me da por creer que debió traspapelarse, el Juez de la razón al banco y no considere que la renta debiera rebajarse.

No lo doy todo por perdido, hay que esperar a la Sentencia, pero desde que salí esta mañana de sala, no me quito de la cabeza que hay casos como el vivido hoy, en los que la Justicia debería ir más allá y no ceñirse a aplicar tal o cuál artículo o considerar probado esto o aquello, que hay veces en las que debería ser parcial con la parte más desfavorecida, empática con quien está desprovisto de las armas que a otros le sobran, pero sobre todo valiente.

Debería haber más "Emilios Calatayudes"...


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